Esta área de la podología denominada quiropodología, incluye aquellos tratamientos quiropodológicos no cruentos de los pies causados por trastornos sistémicos, tales como diabetes, reumatoides, vasculares, uñas encarnadas, callosidades, verrugas, micosis, úlceras y curas especializadas para el complejo de la piel y la uña.
La piel y las uñas de los pies son las estructuras que con más frecuencia se ven afectadas por muy diversos factores: Agresiones externas por parte del calzado, uso de calcetines inadecuados, cuerpos extraños, enfermedades sistémicas, medicamentos…
- Rozaduras, ampollas y heridas.
- Hiperqueratosis (callosidades) simples o complicadas.
- Infecciones superficiales o de tejidos profundos (micosis, papilomatosis, celulitis…).
- Uña Encarnada u Onicocriptosis (uña incarnata).
- Papiloma o Verruga Plantar
- Dermopatías asociadas al pie (tumoraciones cutáneas, reacciones alérgicas locales, psoriasis, queratodermias…).
La quiropodología es una práctica podológica que tiene como fin el mantener la salud integral de los pies y puede comprender servicios podológicos como:
- Corte de laminas ungueales
- Limpieza de canales ungueales
- Guía de lamina ungueal (si se requiere)
- Limado de las mismas
- Deslaminado y extracción de callosidades
- Exfoliado de la piel con lima
- Masaje manual con crema
- Masaje mecánico con loción refrescante.
El tratamiento quiropodológico consiste en solventar todas estas patologías o, cuando menos, paliar sus efectos negativos sobre la salud y el bienestar del paciente, mediante técnicas y herramientas específicas de la profesión podológica. En ocasiones puede hacerse necesaria la práctica quirúrgica como medio de diagnóstico (biopsias) y/o tratamiento definitivo de algunas patologías (desbridamiento de úlceras diabéticas, uñas incarnatas, papilomas, fibromas, pequeños tumores cutáneos, etc).